Confieso que tu aire de Sabina
me tuvo a tu bitácora abonado,
y ahora que en mi casa estás sentado,
ya sabes, métete hasta la cocina.
Y ahora que está el hielo destrozado,
y que he tomado la "Buenrrollitina"
confieso que los dedos me patinan
sacándole estos ripios al teclado.
Dan vértigo los grandes puestos juntos:
Fito, Sabina, Góngora, Quevedo...
Y tu nombre y mi nombre en esa lista.
Lo cierto que que a esta hora me pregunto
si puede más un "quiero" que un "no puedo",
y me respondo "Sí", dime optimista.
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