Si al menos me quedara la sonrisa
o un ojo que guiñar, al menos eso,
si al menos el sabor de aquellos besos
hubiera almacenado, o esa risa.
Otro gallo cantara en esta misa
si al menos recordara los procesos,
mis huesos no estarían hoy tan presos
ni tan desvencijada mi camisa.
Pero nada guardé de aquellas mieles,
dilapidé el amor y la fortuna
y le puse una vela a la salud.
No supe administrar, vendí las pieles.
Salvarme nada puede de esta cuna
Ya solo estoy. Yo solo y mi ataúd.