Tu voz, tan grande y pura, tan gigante,
tus manos, tan crispadas y tu frente,
hoy sienten una fuerza diferente...
el cielo estará allí donde tú cantes.
La Torre de la Vela a media asta,
Granada mira al cielo para oírte,
¡qué mala idea, Enrique, esta de irte!
a buen entendedor tu duende basta.
Que se callen los llantos, que hable el sabio,
que está con un "quejío" entre los labios.
Los que quieran llorarte que se esperen.
¡Qué genio, qué fusión, qué buena gente!
no se le olvide a usted señor Morente
que los viejos flamencos nunca mueren.
Que hermoso homenaje, perdimos a un artista,creador y librepensador de los más grandes que ha parido esta tierra,siempre sonará,siempre seguirá creciendo...
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