Modo de Empleo

Este blog no se lee de arriba a abajo,
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.

Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.

Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.

El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.

martes, 4 de enero de 2011

Las vacaciones de Euterpe

Si el viento no se aprende mis canciones
o las nubes ensucian mi obra prima,
olvido que es mi mano la que rima
y pruebo a encarcelar las emociones.

Intento hacer con versos, corazones,
pero al querer sacármelos de encima
me quedo a solas sobre la tarima,
Euterpe se ha cogido vacaciones.

Las musas que poblaban mis veranos
esquivan los inviernos de mi pecho
marchándose y rompiendo mis esquemas.

Y herido, sin un verso entre las manos,
me fundo en lo más duro de mi lecho
soñando con que vuelvan los poemas.

La musa se fue de vacaciones

Diciendo, como dices, que la musa,
se fue de vacaciones, que está ausente,
pareces un pianista que valiente
se enfrenta a un batallón de semifusas.

No es posible, Caronte, que consigas
hacer creer a nadie tu sequía,
¿cómo va a ser? si viertes poesía.
Delata cómo dices lo que digas.

En fin, amigo, ya lo dijo el sabio,
para rimar, olvida el astrolabio,
tú déjate guiar, se habrá resuelto.

Si como dices, la musa se ha ido,
envia tus temores al olvido,
y así cuando lo olvides habrá vuelto.

Que me pillen trabajando

Si mis musas me niegan toda ayuda
y tengo que escribir mi verso solo
lo fácil es jumarse de vitriolo
y echar las culpas a una línea viuda.

Lo duro es empeñarse en la desnuda
pasión de componer como un pipiolo
sin musas, versos fríos como el polo,
palabras que no zanjan ni una duda.

mas dándole salida a tanto ripio
evito que me atrapen las pelusas
de la pereza pérfida y obscena.

Rimar vuelve a ser sólo el principio,
Así cuando regresen esas musas
podrán hallarme puesto a la faena

No hay que fiarse mucho de las musas

Las musas van y vienen, paz y ruido.
Las musas son inquietas y mutables,
a veces vienen para echar un cable
y esculpir maravillas al oído.

Las musas van y vienen, ruidos, paces.
Las musas son mutables, son inquietas,
a veces hacen raudas las maletas,
dejando nuestras páginas agraces.

No hay que fiarse mucho de las musas,
a veces hacen guiños y otras matan,
con esa dualidad es que me enervo.

Ya me cansé de andar buscando escusas,
las musas vienen luego y nos delatan,
restándole eficacia a nuestro verbo.

Las musas

Las musas son tal que niños traviesos,
granujas, caprichosas, descaradas,
no saben estar quietas y encerradas,
ni saben ni sabrán qué son "recesos".

Se adueñan de tu piel y de tus huesos,
del verbo y de las líneas más logradas,
y luego te amenazan, las malvadas,
con no volverte a dar jamás sus besos.

Las musas son difíciles y altivas,
y nunca dejarán cogerse vivas,
por eso al fondo van de las botellas.

De toda mi creación se han apropiado
yo no puedo vivir tan a su lado,
ni puedo respirar si no es con ellas.

Arráncale su firma


Sí, yo también probé de su brebaje.
Ahora adicto soy a sus efluvios,
me dejan su sequía o sus diluvios
y así renace o muere mi paisaje.

Por eso, porque me bebí sus mieles
y ahora como al aire las ansío,
repito y me repito hasta el hastío:
arráncale su firma a tus papeles.

Las musas no son buenas consejeras,
te dejan tarde o pronto en la estacada,
te arrancan en la helada, la casulla.

Después, si triunfas, vuelven, zalameras.
Yo de las musas, ya no quiero nada.
Mi mérito o mi culpa... no la suya.

Pues va a ser...

Si firmo con mi nombre, me lo borra,
si estampo Jota Ese, le une "abina"
Mi musa más que musa es Musalina
La más señora de todas las zorras

no puedo encarcelarla en la mazmorra,
por que se escapa y vuelve más dañina,
si pacto pide mi alma y me da espina
y vuelve a derrotarme con la gorra.

Por eso yo no firmo, y lo hace ella,
Por eso mis sonetos son tan suyos,
seguro que ahora es cuando te lo explicas.

Será la más ingrata y la más bella,
Mas sabe dominarme los orgullos...
Mi musa va a ser la reina de picas.

Besándole las manos

En fin, que somos hombres, claudicamos,
a los aromas dulces de las damas,
la musa es la que enciende nuestra llama,
no importa que nos hiera si la amamos.

Entiendo tu postura yo aquí sigo,
besándole las manos a mi Luna,
La musa que me inspira y por fortuna,
desde hace doce años va conmigo.

Hay musas criminales, no lo niego,
que arañan y apuñalan por la espalda,
musas que están en contra del desarme.

La malas musas corrompen el ego,
la mía me acogió bajo su falda…
y no ha dejado nunca de inspirarme.