Modo de Empleo

Este blog no se lee de arriba a abajo,
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.

Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.

Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.

El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Vuelvo a las andadas

Sin versos tras fallar en mi alegato,
culpable de este "sálvese quien pueda",
le tuve que dar vuelta a la moneda
de dos caras con que me paga Erato.

Regreso de jugar al literato
que busca en la penúltima vereda,
el íntimo lenguaje de la seda,
con Sade, Miller, Tasso, Mazzucato...

Despierto de ese sueño tan freudiano,
con un verso al reverso de mi mano
soñando con que rime en consonante.

Y vuelvo a las andadas engorrosas
de dar lumbre a las musas caprichosas,
regreso al postrer círculo de Dante.

Welcome

Welcome querido amigo a la pelea
eterna del rimar inutilmente,
volvamos por la senda impertinente
del ripio que las lágrimas orea.

Si notas que el bolsillo ya renquea,
y puebla hoy la sombra nuestra frente,
las dentelladas secas y calientes
avivan la pasión por donde sea.

Toma mi mano, amigo, en esta lucha,
no temas al dolor que nada puede
si firmas verso a verso tus derrotas.

Y no te guardes nada... ¡Desembucha!
ya sabes, cuando falto, no es adrede,
ya ha vuelto a tu tejado la pelota.

No pude

No pude soportar el duro juego
de andar con carambolas caprichosas
a dos bandas con versos y con prosas,
y tuve que elegir, vanidad o ego.

Después del veintitrés apagué el fuego,
volviendo al campo oscuro de las rosas
dejando atrás las líneas lujuriosas
de nuevo entre las rimas yo me entrego.

Quizás mañana vuelvan a acecharme
las íntimas historias de la seda
y tenga que aparcar al gran Sabina.

Mas mientras llegue el tiempo del desarme
yo seguiré rimando mientras pueda
dejándome la sangre en cada línea.

Las letras engorrosas


El verbo que se imprime en estos pagos
tiene la misma magia por aquellos,
qué manantial de senos y de cuellos
de sexo sin control y sin halagos.

Las balas que disparas sin amagos
disfrutan tus paisajes, tus destellos,
se enquistan, permanecen con tu sello,
conjuran de la piel los sueños vagos.

En fin... cuando las letras engorrosas
se vuelcan consagrándose a la prosa,
no escuchan, te han ganado la batalla.

Ahora que conozco tu escondrijo
tu ausencia no se vuelve un acertijo,
ya sé por dónde hablas cuando callas.

Siempre estoy

Habito en un rincón de lo intangible,
perdido entre el reloj y el calendario
rival del mapamundi planetario,
perdido en la ilusión de lo legible.

mas soy fácil de hallar, soy accesible,
no callo a menos que sea necesario,
si sigues mi voz sin ritmo ni horario
me puedes encontrar, soy bien visible.

Así, desde este mar en el que abrevo,
te mando los poemas que te debo,
si las musas me dejan folio y modos.

Si no llega mi voz hasta tu estadio,
modula la frecuencia de tu radio,
que siempre estoy hablando por los codos.

Que tu silencio es ruido

El caso es que la radio a veces falla,
y claro sin las ondas vivo ciego,
no se libró batalla donde el fuego
no fuera el corazón de la batalla.


Cuando te callas para hablarme luego
me pongo la coraza antimetralla,
lo malo es cuando entrego la medalla
y calla la razón y luego el ego.


¿Entiendes ya que tu silencio es ruido?
que no es que tú no hables... es mi oído
que estuvo enfermo y con el alma mustia.


Ahora que volví, tu verborrea,
me calma, me sosiega, me recrea,
y arranca de mi piel cualquier angustia.