Modo de Empleo

Este blog no se lee de arriba a abajo,
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.

Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.

Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.

El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.

jueves, 20 de enero de 2011

Lazaro soy

A veces necesito algo de ayuda,
un clavo al que agarrarme, un salvavidas,
y busco y nunca encuentro la salida
ni mano que a mis lágrimas acuda.
 
Y sólo con mi llanto y con mi duda
espero una esperanza que perdida
derrama su vinagre en mis heridas
volviéndome las penas más agudas.
 
A veces esa mano que preciso
regresa y se abre paso sin permiso
y me abre el corazón de par en par,
 
Y el velo de alquitrán que me cegaba
me deja disfrutar de la alborada.
Lázaro soy y empiezo a caminar.

Levántate y camina

Pues Lázaro, levántate y camina,
ya sabes que tendrás siempre en levante,
un hombro compañero que te aguante,
aun cuando la distancia es gigantina.

Te ofrezco mil canciones de Sabina,
y un cálido café casi humeante,
si tienes depresión, recojo el guante,
y le hago un nudo a tu noche dañina.

Te invito a no hacer caso a los espejos,
seguir pintando versos como escribes,
y dar muerte a las ganas de llorar.

No olvides liberarte de complejos,
la vida solo vale si la vives
sabiendo que podrás resucitar.

Terapia para el cuerdo


Lo admito muchas veces me atraganto
con una miga y me derrota todo,
por suerte, pude comprender el modo
de huir de tanta pena y tanto espanto.

Tu mano tomo, amigo, y me levanto
y asomo la cabeza sobre el lodo,
te tengo junto a mi, codo con codo,
ganando la partida, el set y el tanto.

Café, conversación, Sabina en vena,
un verso en una estrofa acomodado
que borre cada lágrima que pierdo.

Lo cierto es que en las malas y en las buenas
hablar aquí contigo ha resultado
ser la mejor terapia para el cuerdo.