Modo de Empleo

Este blog no se lee de arriba a abajo,
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.

Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.

Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.

El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.

lunes, 25 de julio de 2011

cenizas

Para decir adiós, mejor no hables,
no sea que equivoques el sentido,
y otorgues al adiós valor de olvido
y el daño sea al fin irreparable.

Para decir adiós no digas nada,
no sea que el destino no esté escrito,
y adiós se vuelva "ven, te necesito"
y encuentres que mi puerta está cerrada.

Si vas a pronunciar la despedida
sopesa bien si cabe en esta vida
tu llanto, porque no habrá marcha atrás.

No me digas adiós si es hasta luego,
no apagues los rescoldos de este fuego,
la ceniza no vuelve a arder jamás.

Para decir adiós

Para decir adiós no gastes baba,
bien sabes que volverás a mi puerta,
va a ser mejor que la dejes abierta,
sabes que no tengo timbre ni aldaba.

Para decir adiós, como pensaba,
es preferible que te hagas la muerta,
calla tus gritos, no inventes reyerta,
da media vuelta y no te hagas la brava.

Sabes que quien te habla no se equivoca,
si callas hoy, cuando vuelvas altiva,
ese perdón no lo habrás de pedir.

Para decir adiós no abras la boca,
ciertas palabras no valen saliva,
guarda silencio si tratas de huir.

Adiós dirás

Y si es que ya la llama está extinguida
y no quedan rescoldos ni calor,
no tiñas este último estertor
de rosa, firma ya la despedida.

En jaque mate acaba esta partida
la muerte no me llena de temor,
me guardo en la memoria cada olor,
me guardo cada escena compartida.

Adiós dirás y no será mentira,
y yo me quemaré en la cruenta pira
de no saber qué hacer, ni a dónde ir.

Adiós dirás y todo estará dicho,
y volveré a caer en tu capricho
hasta saber si me has vuelto a mentir.

lunes, 18 de julio de 2011

EL ladrón de ilusiones

Puedes llevarte mi pan, mi pasado,
las hojas tristes de un triste eufemismo,
cada argumento de aquel silogismo,
este bolsillo de fondo horadado.

Puedes quitarme mis sombras de ahorcado,
el cuerpo inane del burdo egoísmo,
cada oración que me acerca al abismo,
todo el rencor que ya he acumulado.

Puedes robarme la vida y la muerte,
puedes llevarte mis versos escritos,
puedes quitarme del pecho la guinda.

Puedes, te dejo, mi lágrima inerte,
mi rabia estéril que va dando gritos,
pero jamás lograrás que me rinda

Puedes robar

Puedes llevarte mi peso en deseos,
puedes llevarte los besos que debo,
ciérrame el grifo del agua que bebo,
roba mi fe, no creeré lo que creo.

Puedes robar mi niñez, los tebeos,
arráncale el cuatro a las hojas del trébol,
Puedes usar mi razón como cebo
puedes llevarte los libros que leo.

Puedes negarme el edén y el averno,
Puedes sembrar de dolór mi jardín,
puedes robarle mis horas al día.

Puedes hacer del verano un infierno,
Puedes secarme la sed con serrín,
pero jamás borrarás mi alegría.

Jamás

Puedes sisarme mi lápiz usado,
Puedes quitarme mis plumas de cuervo,
Puedes robarme y hacerme tu siervo,
Puedes limpiarme el bolsillo del lado.

Pero no puedes llevarte mi enfado,
nunca podrás usurparme mi verbo,
ni despojarme de todo mi acervo,
no me hurtarás lo que he imaginado.

Por mucho hueco que haya en tu red
nunca podrás afanarte mi sed,
puedes quitarme mi vieja camisa.

Puedes llevarte mi voz más barroca,
puedes borrarme los labios, la boca,
pero jamás borrarás mi sonrisa.

Mi frío y mi fuego

Puedes llevarte mi ayer, mi mañana,
mi sí, mi no sé, mi ahora, mi luego,
puedes llevarte mi frío, mi fuego,
mi achaque lumbar, mi arruga, mi cana.

Puedes llevarte el olor  a manzanas,
puedes llevarte mi oculto alter ego,
puedes llevarte las piezas del Lego
puedes llevarte mi hastío y mis ganas.

Puedes llevarte mis horas de espera
puedes llevarte lo que necesito,
Mi mapa y mi guía de lineas de bus.

Puedes llevarte mi jazz, mi ranchera,
puedes llevarte mi Rock'n'rollito,
mi vals y mi samba, pero no mi blues.

domingo, 10 de julio de 2011

Sutil escalofrío

Llenando estos papeles por encargo
reí, lloré, conté algunas mentiras,
el nexo entre Valencia y Algeciras
me arranca nuevamente del letargo.

Admito en esta carta, sin embargo,
que el eco que me aturde y que conspira,
sus dardos de quietud certero tira
dejándome un silencio duro y largo.

Tal vez haya perdido una batalla,
pero regreso con fuerza renovada,
no ganará la guerra este vacío.

Igual que el mar regresa hasta la playa
mi voz regresa sin temor a nada,
dejándome un sutil escalofrío.

Volver

Si cuentas cada guerra bien ganada,
tal vez esa derrota ya no duela,
pues vuelves, pluma en ristre y alma en vela,
a hacerle aún otras muescas a tu espada.

Volver es la elección más arriesgada,
mas la única que existe en nuestra escuela
de simples juntaletras sin esquela
de locos avalistas de la Nada.

El suave escalofrío que se siente,
tan dulce y especial para la mente,
bien vale tanto esfuerzo y tantas horas.

sigamos dando todo en esta guerra,
tan solo por saber en dónde encierra
el mundo a nuestras musas seductoras.

Ya me tiemblan las rodillas

La Musa sigue con la impertinencia
de ser como el Guadiana, escurridiza,
No entiendo la verdad esa enfermiza
manera de adorar la intermitencia.

El verbo sufre tales contingencias
de idas y venidas que aterriza
y a modo de epitafio da con tiza
su rúbrica a la piel de la paciencia.

El caso es que este ritmo sincopado
de ausencias y  papel inmaculado.
me enerva pero en fin, me da vidilla

No negaré que el vértigo es más fuerte
conforme va acercándose la muerte...
¡Ay, Musa... ya me tiemblan las rodillas!

viernes, 1 de julio de 2011

No supe administrar

Si al menos me quedara la sonrisa
o un ojo que guiñar, al menos eso,
si al menos el sabor de aquellos besos
hubiera almacenado, o esa risa.

Otro gallo cantara en esta misa
si al menos recordara los procesos,
mis huesos no estarían hoy tan presos
ni tan desvencijada mi camisa.

Pero nada guardé de aquellas mieles,
dilapidé el amor y la fortuna
y le puse una vela a la salud.

No supe administrar, vendí las pieles.
Salvarme nada puede de esta cuna
Ya solo estoy. Yo solo y mi ataúd.

la vieja Soledad

Lo bueno es que nos queda mucho más,
lo malo, ni siquiera lo sabemos,
recuerdos, lunas, versos, crisantemos,
escapa pues del féretro en que estás.

qué importan, pues, entonces los demás,
si vivo sigues y vivo te vemos,
la vieja Soledad, ya lo sabemos,
no es fiel ni te atará siempre jamás.

Escapa de la anciana, vieja enjuta,
que por vieja no es menos hijaputa,
mas tú tienes más fuerza y más vital.

Da igual andar con la camisa rota,
no habría una victoria sin derrota,
o al menos no se gozaría igual.

Prefiero un ataúd

Lo bueno de este infierno es que es eterno,
lo bueno es que infinito tiende a cero,
lo bueno es que los dardos más certeros
son flores que renacen en invierno.

Lo malo es que la lucha es un cuaderno
repleto de pasajes agoreros,
lo malo es que este fuego de mortero
empaña los paisajes del averno.

Este danzar de idas y venidas
que reina impertinente en nuestras vidas,
se aferra a mi sentido y me marea.

Prefiero un ataúd que un mar de dudas,
las manos de la muerte son huesudas...
pero tienen muy clara su tarea.