Normal es, cuando escupes hacia arriba,
o tiras piedras a tu propio techo,
que acabes magullado, sí, maltrecho,
o con la cara llena de saliva.
Lo lógico, cuando uno se golpea
la frente contra un miserable muro,
es romperse la boca contra el duro
cemento del amor que se desea.
Si buscas retos, ¡coño!, hazte alpinista,
seguramente pierdas algún dedo,
pero tal vez disfrutes de una cima.
Al sinamor espero te resistas,
no siempre puede más "quiero" que "puedo",
mejor la fría cumbre a su calima.
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