El tiempo está atrapado entre mis canas,
de blanco viste hoy mi calendario.
Ayer no existe en mi vocabulario
no existe ni el pasado ni el mañana,
El tiempo, ese enemigo sanguinario,
dispara horas, días y semanas,
el tiempo amarillea en la ventana
ajando mi castillo imaginario.
El tiempo en fin es eso que nos pasa,
y moja nuestra piel hasta arrugarla,
y no sabe de treguas, ni armisticios.
El tiempo es un reloj que nunca atrasa,
y el tiempo que he invertido en esta charla
se fue... ¿qué te parece el sacrificio?
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