La tabla que Medeleiev urdiera,
periódica y repleta de elementos,
llenó mi juventud con sus tormentos.
¡Quién pudiera volver!, ¡Ay, quién pudiera!
Lantánidos, metales, tierras raras,
valencias, peso atómico, alcalinos,
actínidos, halógenos salinos…
¡Quién pudiera volver!¡Quién regresara!
Helio, neón, argón, kriptón, xenón,
que recuerde sólo falta el Radón,
está la lista de los gases nobles.
Otra sería mi vida, la verdad,
Gustándome esta ciencia la mitad,
pero logrando comprenderla el doble.
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