Caronte, creo que malinterpretas,
la culpa es solo mía, tu tranquilo,
el "no" que evito corta cada hilo
del trémulo guiñol de los poetas.
Quizá por mis palabras inconcretas,
pensaste que una niña cocodrilo,
clavó en mi corazón su frío filo
para dejar mis ansias incompletas.
Acepto, sin embargo, tu consejo,
las musas otra vez me dan de lado,
las busco, pero nada, nada encuentro.
El sabio puede ser sabio y no viejo,
con tu respuesta errónea has acertado…
qué importa con quién sea el desencuentro.
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