Pues vendo mi alma al peso y al contado,
son unos veintiún gramos, peso neto,
sin cuerpo y con volumen inconcreto,
Hay cifras que no puedo dar de lado,
son tres las damas que a mí me han amado,
doscientos dos huesos por esqueleto,
catorce son los versos de un soneto,
y siete mis pecados consumados.
Ya llevo veintitrés años de vivo,
diez son los dedos que uso cuando escribo,
y dos los hombres de este epistolario
Mas entre tanta cifra sin sentido
yo soy de los que siempre han preferido
el número que sea imaginario.
Modo de Empleo
Este blog no se lee de arriba a abajo,
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.
Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.
Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.
El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.
No estás leyendo versos, sino cartas,
Stewart o Caronte, quien reparta
que ponga la etiqueta a su trabajo.
Así, primero clica en "etiquetas"
y tendrás las epístolas juntitas.
¿leer de carrerilla? ¡quita, quita!
un lío, un error craso, una puñeta.
Ya ves, este es un blog con instucciones
de uso, síguelas, no es tan complejo,
tampoco hay que agitar antes de usar.
El tema es divertirse, ¡qué cojones!
si pasas y al salir estás perplejo,
ya sabes, tu deber es opinar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario